lunes, 12 de marzo de 2012

POEMA NOCTURNO

Soñé que por la puerta entraba mi viejo y me decía seguí adelante... dejá de fumar, dónde metiste tu risa.
Y desperté en la mitad de la noche bajo el pulso del calor; me paré y fuí hasta la ventana por donde entraba un aire fresco, prendí un pucho y largué el humo hacia las estrellas.
Lejanos refusilos se hinchaban en el borde del viento que llegaba.
Las hojas de la parra empezaron a moverse. Escuchás esa música?, me preguntaría mirando las parras.
Y después se iría penando porque yo no podía hablarle nunca. De eso se trata el ahogo.
No puedo sonreír, no puedo dejar este cigarro, no puedo seguir adelante, le dije a mi viejo que me tocaba el hombro con el viento.
FEDERICO ARAYA (Desde San Juan, Argentina)

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